domingo, 30 de enero de 2011

La leyenda del Eden de Jupiter: Ganímedes

Revista Año Cero. Marzo 1997, por PABLO VILLARRUBIA

Junto a Europa, Io y Calixto, Ganímedes es a de las cuatro lunas mayores de Júpiter.
Fue observado por primera vez por Galileo Galilei hace unos 400 años. Con 5.276 km de diámetro, es, por su tamaño, el noveno cuerpo celeste del Sistema Solar; más grande incluso que planetas como Mercurio o Plutón. Se encuentra situado a más de un millón de kilómetros de las capas altas de la atmósfera de Júpiter y, aunque se encuentra a 640 millones de kilómetros de la
Tierra esta astronómica distancia no es un impedimento —aseguran algunos contactados, personas que afirman mantener comunicaciones con los
extraterrestres, para que sus habitantes nos visiten en formidables astronaves. Este es, al menos, uno de los mitos ufológicos más arraigados.
Qué hay de cierto en esta leyenda que nos habla de que existe un verdadero edén en la luna más grande de nuestro Sistema Solar? ¿Es Ganímedes un mundo capaz de dar cobijo a avanzadas formas de vida? ¿Viven allí, en
total armonía, seres más avanzados que nosotros? Cuando entre el 2 y el 8 de
Julio de 1979, la sonda Voyager-2 pasó muy cerca de Ganímedes, las imágenes que nos llegaron presentaban un satélite yermo, muy similar a la Luna, Pero los científicos plantearon dudas, ya que este misterioso mundo, aparentemente muerto, presentaba una corteza que parecía modificarse como consecuencia de procesos geológicos internos. La superficie de Ganímedes
—así como la del otro gigante satélite jupiteriano, Calixto— estaba salpicada por los clásicos cráteres producidos por impactos de asteroides, pero el Voyager-2 también transmitió enigmáticas fotos en las que se observaban en la superficie de este mundo unas rayas paralelas brillantes de origen incierto. La explicación de la NASA pareció sensata por aquel entonces: «como ocurre con las ondas concéntricas de un charco, pueden deberse a un antiguo impacto en la superficie helada, aunque no hay cráteres en el lugar del su puesto impacto, quizá por la lenta deformación viscosa producida a lo largo de las eras».


El 18 de octubre de 1 989, el transbordador Atlantis puso a la nave Galileo en la órbita de Júpiter. De esta forma finalizaba una larguísima serie de fracasos en una de las misiones más fascinantes jamás emprendida por la NASA, de los cuales el momento más sonaco fue el 28 de enero de 1986, cuando estalló en mil pedazos el Challenger, transbordador ideado para colocar» en el espacio a la Galileo. Hace ahora siete años que esta nave partió rumbo a Venus, regresando después a la órbita terrestre con el objetivo de ganar una velocidad suficiente para llegar hasta Jupiter. Finalmente, a las 22:12 horas del 7 de diembre de 1995, el centro de control del Jet Propulsion Laboratory (JPL) en Pasadena (California), estalló de júbilo: la antena de la Galileo había comenzado a emitir sus primeras señales desde la órbita joviana. En horas posteriores, una sonda suicida de 338 kilogramos se desprendió de su nodriza, la Galileo, y durante los 75 minutos que transcurrieron hasta que se estrelló contra la superficie de aquel mundo gigantesco estuvo emitiendo imágenes y otros muchos datos. Los primeros hallazgos demostraron que el quinto planeta del Sistema Solar contiene menos agua y la mitad del helio estimado hasta entonces.
El 6 de septiembre, la Galileo culminó su máxima aproximación a Ganímedes, sobrevolando su superficie a tan sólo 260 kilómetros de altura y a una velocidad vertiginosa, cercana a los 29.000 kms/hora. Aunque al cierre de esta edición la NASA permanecía aún a la espera de la recepción de los datos más interesantes, gracias a las imágenes que la nave ha venido enviando, sabemos ya que la superficie del satélite se halla recubierta por una capa de hielo sucio y que existen haces ramificados de lagos-surcos (ya descritos por el Voyager-2) con una extensión de centenares o miles de kilómetros y entre 5 y 15 kms de anchura, además de alargadas cadenas montañosas concentradas en regiones muy claras. Esas grietas y lagos-surcos podrían ser el resultado de tensiones sufridas por la corteza, similares a los movimientos tectónicos que producen los terremotos en la Tierra. También se observan regiones oscuras, salpicadas de cráteres de escasa profundidad, cuyo diámetro varía desde unos pocos hasta decenas de kilómetros.
El lado opuesto a Júpiter muestra una región oscura, cuya extensión es superior a los 3.000 kilómetros que —según los científicos— podría tratarse de un ejemplo de corteza más antigua, sepultada bajo depósitos posteriores de detritos. En algunas regiones oscuras se adivinan restos de grandes depresiones y cráteres con anillos concéntricos, quizá debidos al impacto de meteoritos,

Los científicos que analizan los datos enviados por la sonda Galileo aseguran que Ganímedes «es un mundo muerto o casi muerto». Aún así, se tiene información sobre la posible existencia de un vasto océano de agua salada bajo la superficie, una débil atmósfera con oxígeno y un intenso campo electromagnético. También se ha descubierto una permanente actividad volcánica, con «la existencia de posibles volcanes helados que podrían entrar en erupción y explotar, produciendo tormentas de nieve», según explicó el geólogo de la NASA James Head, uno de los expertos que ha aventurado la posibilidad de que bajo la superficie de Ganímedes exista vida, posiblemente de tipo microbiano.
Lo que sí está claro es que su delgada ionosfera e insignificante atmósfera son insuficientes para mantener vida semejante a la humana o a la mayoría de
las formas biológicas evolucionadas que pueblan la Tierra. Tampoco las temperaturas, inferiores en ocasiones a los 100 grados centígrados bajo cero, favorecen el desarrollo de vida inteligente, al menos como la conocemos en la Tierra.


Uno de los más famosos contactados con extraterrestres que aseguran haber sido teletransportados a Ganímedes es Sixto Paz, sobre cuyas experiencias ofrecemos amplia información en el reportaje sobre Misión RAMA que antecede a estas líneas.
En 1993, su hermano, Carlos Paz Wells, publicó en Brasil Sembradores de vida, una obra en la que alude a uno de los textos que influyó decisivamente en la formación de grupos RAMA. Se trata del libro Yo visité Ganímedes, publicado en 1972 y firmado por un tal Yosip lbrahim. Este texto, cuyo autor cuenta cómo viajó a Ganímedes a bordo de un OVNI junto a un habitante de aquel mundo, se convirtió en un best-seller en toda Iberoamérica, y llegó a ser atribuida a José Carlos Paz García padre de Sixto y Carlos e iniciador de los presuntos contactos en los que ambos participaron activamente.
Pero el verdadero autor del famoso libro era José Rosciano Heller, íntimo amigo de José Carlos Paz, que al parecer se limitó a asesorarle sobre algunos aspectos de su obra. Aunque Rosciano acabó confesando a Enrique de Vicente, director de AÑO/CERO, que «en realidad sólo había viajado astralmente a Ganímedes», aunque decidió narrar su aventura como si se tratarse de un viaje físico para que resultase más creíble.
Otra versión muy extendida es que parte del libro se basaría en las supuestas experiencias de un diplomático dominicano a quien ambos habrían conocido en 1969. La aventura del diplomático habría ocurrido años antes, cuando viajaba en coche por una carretera del interior de Perú, en compañía de su esposa. En un momento determinado, se les acercó una intensa luz. El coche se detuvo inexplicablemente y un gigantesco OVNI permaneció inmóvil frente a ellos, mientras del mismo descendían dos seres de aspecto humanoide que fueron al encuentro del vehículo y les pidieron que se calmasen, en castellano fluido!. Les dijeron que venían de Ganímedes y que les llevaron hasta su nave para practicarles un «chequeo médico».
lbrahim explica que una raza muy avanzada de humanoides habitó un planeta amarillo que fue destruido por un cataclismo natural y que giraba en torno al Sol en la órbita que hoy ocupa el cinturón de asteroides. Sus supervivientes se refugiaron en Ganímedes y, pese a las adversas condiciones para la vida sobre aquel satélite, fueron capaces de adaptarse a las mismas. Según el libro, en sus profundos
valles existirían amplias zonas de vegetación polícroma y ciudades de aspecto metálico preñadas de luces, ya que los volcanes habrían sido aprovechados para generar energía eléctrica. lbrahim habla también de una nueva raza creada a partir de unos pocos habitantes de la Tierra elegidos por los habitantes de Ganímedes por sus especiales cualidades espirituales. Los hijos de estos terrestres, tendrían desarrollado su sexto sentido y serían una suerte de superhombres que se preparan en Ganímedes para trabajar durante un largo periodo de tiempo en la Tierra, con el fin de reconstruirla y hacerla de nuevo habitable por los humanos, tras un presunto y futuro cataclismo nuclear.
Durante los quince días que lbrahim asegura haber permanecido en Ganímedes, los extraterrestres le mostraron un mundo sin mal, «una especie de colmena gigantesca en donde todos trabajan felices, con la alegría y el amor de verdaderos hermanos. Un mundo en que su elevada sabiduría, ciencia y técnica han logrado eliminar, desde tiempos remotos, todas las enfermedades, las pasiones comunes a nuestra humanidad y los elementos de discordia o división,..» Tal vez, más de un seguidor de Sixto Paz o de Yosip lbrahim quiera ver, en los descubrimientos de la nave Galileo, un apoyo para las descripciones realizadas por ambos, aunque, oficialmente, no se han fotografiado estructuras que puedan ser identificadas como artificiales. Debemos aclarar no obstante, que Sixto Paz niega que en los postulados de Misión RAMA haya influido los libros de lbrahim, que —según él— «son una mezcla de ficción y realidad, que incluyen algo de las doctrinas de Lobsang Rampa y de otros».


Mucho antes de que Sixto hablase de los bellos habitantes de Ganímedes, otros contactados ya aseguraban haberse comunicado de humanoides en aquel lejano y frío mundo. Uno de los más conocidos es Dino Kraspedon, pseudónimo aún no confirmado de Oswaldo Oliveira Pedrosa, que hoy tiene 90 años y hace poco tiempo se presentó a la prensa brasileña como autor del libro Mi contacto con los discos voladores, que hacia 1957 también se convirtió en best-seller.
Kraspedon asegura que entre 1952 y 1953 habló con el comandante de una nave espacial procedente de Io (otra de las lunas de Júpiter) y Ganímedes. Cuenta que éste le visitó en su casa de Minas Geráis, disfrazado de cura, le reveló cómo funcionaban los OVNls y le instruyó en cosmogonía. Este individuo tenía la apariencia de un ser humano de raza blanca y casi dos metros; le aseguró que los habitantes de Ganímedes y de Io son de varias razas, de muy diversas estaturas y que llevan cientos de años estudiando a los humanos, con dos sondas que han puesto en la órbita de la Tierra. En su libro explica también que la vida en Ganímedes es muy semejante a la de nuestro planeta.
Aunque menos conocido, otro libro que también habla de supuestos contactos con los habitantes de Ganímedes, es Origen, estructura y destino de los platillos voladores, editado en 1952 por dos hermanos argentinos, hijos de un afamado matemático: Jorge A. Duclout, experto en ingeniería, y Napy, periodista. Realizaron una serie de siete sesiones espiritistas, durante las cuales afirman que lograron grabar la voz de la entidad comunicante. Al igual que todos los demás contactados, revelaron que Ganímedes estaba habitado por seres humanoides dotados de visión infrarroja y una esperanza de vida de unos 200 años, que disfrutaban de un clima templado en una atmósfera respirable. El informante de los Duclout era un presunto ingeniero de Ganímedes que les convocó a ambos para observar en una fecha prefijada el paso de sus naves. Según les informaron, su mundo alberga grandes lagos en la superficie y todas sus ciudades serían subterráneas. La corteza habitada tendría 30 kilómetros de grosor y la superficie estaría destinada sólo a uso agrícola. La mayoría del transporte se ejecutaría por vías horizontales y la energía sería obtenida por medio de desintegraciones de ciertos materiales en plantas generadoras situadas a gran profundidad.

Independientemente de los miembros de los grupos RAMA, en España otros contactados también aseguran estar en conexión telepática con seres de Ganímedes. Al menos eso creyeron un grupo de personas de Fraga (Zaragoza) en el otoño de 1986, tras meses de infructuosos intentos. Y, como ocurre con otros muchos contactados, asegurar que los extraterrestres les citaron en numerosas ocasiones. En enero de 1987 son convocados a las afueras de Fraga. Una vez allí, uno de ellos recibe a orden telepática de adelantarse al grupo. Este nombre, diseñador profesional, explica que cuando llega al lugar acordado ve cómo en el mismo se posa un objeto, en el que se abre una puerta, de cuyo interior sale un humanoide alto y rubio que e entrega un piedra que durante un año estuvo en posesión del grupo, cuyos contactos se prolongaron pasta 1988. Pasado ese tiempo, aquella misteriosa piedra negra y brillante desapareció inexplicablemente de un cajón de la casa de uno de los miembros del grupo, Antonio Selles, quien guardó, sin embargo, una defectuosa imagen de la piedra, cuya imagen reproducimos en estas páginas, muy similar a otras supuestas piedras de origen extraterrestre.

Como hemos explicado, Ganímedes es uno de los más frecuentes puntos de origen de los extraterrestres, según los relatos de muchos supuestos contactados. Y lo cierto es que las imágenes enviadas por la nave Galileo muestran un mundo muy similar a la Tierra. Según Head, científico de la NASA anteriormente citado, «Ganímedes es muy similar morfológicamente al sur de California». Pero también es cierto que buena parte de las afirmaciones de estos contactados se contradicen con nuestros actuales conocimientos científicos sobre este mundo.
A la espera de nuevos datos que posiblemente resulten aún más contundentes, el camino queda abierto aún a las especulaciones: la hipótesis científica que especula con la existencia en aquel mundo de un océano salado subterráneo y un fuerte campo magnético —posiblemente inducido por el paso de corrientes eléctricas por agua subterránea— muy similares a los de la Tierra, pueden seguir alimentando la imaginación de muchos.

3 comentarios:

  1. se han desaparecido gente porque los ovnis se las llevan para vivir alla y experimentarlos

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  2. habran seres de otros mundos en varios planetas o todos los planetas q son de diferentes formas ay extraterrestres diferentes o iguales a nosotros, los seres de otros mundos son muy inteligentes q nosotros quieren imvestigar sobre nosotros y tambien los cientificos de este mundo tambien quieren conocer o imvestigar de ellos pero las maquinas q a creado el hombre no pueden, yo estoy muy interesada de imvestigar o conocer sobre los ovnis y los extraterrestres por eso escribo todo esto porque yo estoy leyendo libros de los ovnis.

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