Revista Año Cero. Por Jose Guijarro. Noviembre 1996
Aquella mañana se respiraba una atmósfera tensa en el National Press Club de Washington. De confirmarse las revelaciones que el astronauta Richard C. Hoagland tenía preparadas para la prensa, ese 21 de marzo de 1996 podía ser un día histórico. Según rezaba la convocatoria, la NASA había ocultado en los últimos 30 años las evidencias físicas de que en la Luna existen estructuras artificiales. Con esta iniciativa, el laureado astronauta, apoyado por otros ingenieros de la NASA, pretendía concienciar al presidente americano sobre la necesidad de abrir los archivos oficiales. "Si la NASA nos hubiera permitido contar lo que encontramos y las fotografías que tomamos no llevaríamos 30 años de retraso. Imaginen el futuro en el que viviríamos ahora, los descubrimientos y adelantos científicos y ambientales que el mundo compartiría". Las sensacionales declaraciones de Hoagland venían apoyadas por cuatro años de investigaciones durante los cuales fueron analizadas cuidadosamente todas las fotografías y películas de las estructuras artificiales tomadas por los astronautas en la Luna.
Sus revelaciones cayeron como un mazazo en el seno de la NASA, que ya anteriormente había pasado por algunas experiencias similares. En abril, Donna Tietze, técnico del centro espacial de Houston, se unió a estas voces y denunció la existencia de un comando destinado a deshacerse de las fotografías de OVNIs tomadas desde la Luna.
UN WATERGATE CÓSMICO
A tenor de estas informaciones, parece claro que alguien en el gobierno de los Estados Unidos conoce qué se esconde tras los OVNIs, pero no parece dispuesto a ofrecer la información que posee a los ciudadanos. Así lo afirmaba otro astronauta, Brian O'Leary, cuando declaró que "toda información OVNI de los últimos 47 años ha sido guardada por un grupo de élite". "Este Watergate cósmico -añadió- incluye OVNIs, extraterrestres, poderes mentales, ingeniería libre y otros secretos". Si es así, ¿hasta cuándo serán capaces de guardar ese secreto? ¿Puede que la información ocultada al público sea tan impresionante que precise de una liberalización paulatina para conseguir una mentalizadón de la opinión pública?
Recuerdo, en este sentido, las palabras del contactado Sixto Paz, con quien me reuní en Barcelona hace unas semanas. El ex-coordinador de la Misión RAMA me aseguraba que "EE UU está empezando a liberar información a través de series de televisión, como Expediente X, o incluso a través del montaje de la autopsia de Roswell que para mí es un fraude". Es preciso recordar que, cuando en 1952, la CIA estimó que los OVNIs "eran cosa seria" y decidió silenciar todo lo relacionado con este fenómeno, realizó un considerable esfuerzo para controlar la curiosidad de la opinión pública. La industria cinematográfica entró entonces en escena con sus historias fantasiosas y "groseramente falsificadas", como las calificó el psicólogo Daniel P. Match. De este modo se pretendía dejar fuera de combate a las personas que querían abordar seriamente el fenómeno.
INDEPENDENCE DAY
Ahora nos encontramos frente a una maniobra parecida. La 2Oth Century Fox lanzará en España, el 13 de septiembre, la película Independence Day, de los
creadores de Stargate. Acaba de ser estrenada en Estados Unidos con un éxito sin precedentes. Narra cómo una civilización extraterrestre quiere conquistar la Tierra sin hacer prisioneros. Probablemente, esto producirá en los próximos meses una oleada de informaciones relativas a la invasión de la Tierra por alienigenas. Psicosis que se verá incrementada por dos docenas de películas y varias series televisivas que se estrenarán durante el próximo año, que incluyen la creación de Spielberg Hombres de Neqro (con Tommy Lee Jones y Linda Fiorentino), Marte ataca (con Jack Nicholson, Pierce Brosnan y Glenn Close), La Progenie (con Dennis Hopper), Contacto (con Jodie Foster), La Llegada (con Chanie Sheen), El quinto elemento de Luc Besson (con Bruce Willis), El odavo día, de Danny De Vito; Starship Troopens, de Paul Verhoeven
Curiosamente, casi todas ellas tratan sobre extraterrestres agresivos. Anticipándose al tremendo impacto social que provocarán éstas, el semanario Newsweek dedicaba una reciente portada al asunto, y la moda por los "hombres verdes" ha hecho que Disney World incluya una atracción denominada Extraterrestre, dedicada a los encuentros cercanos.
Valiéndose de estremecedores efectos especiales, Independence Day recupera el viejo argumento de la conquista de la Tierra por los extraterrestres. Para conseguirlo, éstos utilizan una gigantesca falange de fuego que traga ciudades enteras. A la película no le faltan detalles que unen lo fantastico con lo real, como la denominada Area 51, que se convierte en uno de los escenarios de la misma. Precisamente, el conocido novelista y contactado Whitley Strieber cuenta en su último libro, Breakthrough, que ha visto un documento en el que se afirma que en dicho área existe un cuerpo especial que desarrolla armas contra extraterrestres. ¿Puede tornarse realidad el argumento de Independence Day?
El Area 51 es una misteriosa zona situada al noroeste de Las Vegas que alberga en su interior un campo de pruebas de alta tecnología: la base de Nellis. Hace algunos años se hizo célebre después de que un ingeniero que trabajaba para el gobierno, Bob Lazar, relatase que en su interior había nueve platilíos volantes basados en los diseños de una nave alienigena. Las delirantes informaciones de Lazar, quien no tardó en ser desacreditado, no merecerían comentario alguno si numerosos vecinos de las poblaciones colindantes con el Area 51 no hubieran visto entrar y salir "OVNIs" de ella. La presencia ufológica en la zona es tan intensa que el pasado mes de abril, el gobernador de Nevada rebautizaba la ruta 375 como la "Carretera Extraterrestre". En la base de Nellis se han desarrollado, asimismo, proyectos ultrasecretos como la Guerra de las Galaxias del gobierno Reagan, u otros prototipos tecnológicos como los cazas invisibles F177-A o el bombardero B-2, cuyas líneas aerodinámicas recuerdan a los "platillos" de Independence Day. ¿Son estos proyectos consecuencia del intercambio de información entre humanos y extraterrestres, como algunos sostienen?
Hay quienes piensan que tales rumores proceden de la inteligencia norteamericana para desacreditar a cuantos se interesan por estas historias. Cuando se registraron las primeras oleadas OVNI sobre EF UU, el denominado Panel Robertson desarrolló un plan de desprestigio basado en la difusión de informa-ciones falsas y en la proliferación de toda clase de visionarios y contactados. Aún hoy, el ala más delirante de este colectivo que está presente en casi todos los shows televisivos provocando confusión en los espectadores.
Tampoco la actitud de las autoridades norteamericanas ha contribuido a disipar dudas sobre si la humanidad ha establecido contacto con los extrate-rrestres. A lo largo de cincuenta años se ha limitado a un simple: "sin comentarios". Sólo la reciente interpelación al gobierno por parte de un diputado de Nuevo México acerca de qué había de cierto sobre la supuesta recuperación de un platillo volante en Roswell, ha obligado a las autoridades a ofrecer explicaciones a la ciudadanía que, ávida de respuestas, ha llegado a extremos increíbles. A finales de junio fueron detenidos en Nueva York tres hombres por el intento de asesinato a unos funcionarios locales, porque -al parecer- aquellos creían que habían ocultado el aterrizaje de un OVNI.
LOS POLÍTICOS SE INTERESAN
Pero más allá de estas anécdotas, ¿posee la administración norteamericana información que avale la tesis de que los extraterrestres han llegado a la Tierra? Una reciente encuesta elaborada por Newsweek pone de manifiesto que el 48% de los estadounidenses cree que su gobierno oculta información sobre los OVNIs. El mismo porcentaje cree en los OVNIs y un 29% está seguro de que el ser humano ya ha establecido contacto con los alienigenas.
El interés por el contenido de los archivos secretos ha crecido no sólo entre los ciudadanos, sino también en las altas esferas políticas. Cuando Carter llegó a la Presidencia, una de las primeras cosas que hizo fue intentar husmear sobre esta cuestión llamando a la puerta de algunas agencias gubernamentales como la NASA y la CIA, intentando cumplir lo que había prometido durante su campaña electoral, pero no obtuvo más que negativas. En la actualidad, Clinton ha manifestado su desacuerdo con las evasivas respuestas que ha recibido en materia OVNI, hecho que ha aprovechado el magnate Laurence Rockefeller para hacer llegar a la Casa Blanca, a través del consejero de estado John Gibbson, la propuesta de iniciar una campaña para facilitar el acceso a la información oficial que posea el gobierno sobre extraterrestres. Posteriormente, L. Rockefeller ha hecho circular entre congresistas, senadores y otras personalidades, un informe financiado con las mejores evidencias de las que dispone la ufología, del que es co-autor nuestro corresponsal en EEUU, Antonio Huneeus.
La presión ejercida sobre el gobierno americano por la organización Ciudadanos Contra el Secreto de 105 OVNIs (CAUS) y otros qrupos similares es cada vez más intensa, por lo que resulta fácil suponer que el tema OVNI estará en el punto de mira de los candidatos a las próximas elecciones presidenciales. En un interesante informe publicado por el investigador Richard j. Boylan se asegura que el Comité Demócrata Nacional está pensando poner una o más preguntas sobre OVNIs en el cuestionario nacional que se dispone para los comicios. Uno de los candidatos, el senador Robert Dole, entró en contacto con el ufólogo Dan Smith para "minimizar los riesgos ante lo que supondría la publicación de archivos secretos". También el congresista Phil Graham ha contactado con astronautas a través de su partido para aprender lo que saben de los visitantes".
El sargento-mayor Dean ha sido uno de los instigadores de este inusual interés de los candidatos, tras constituir -junto con el doctor Steve Greer, director del Comité de Estudio de Inteligencia Extraterrestr~ un grupo llamado Stargate que acoge a militares y cosmonautas que hayan reunido evidencias de la existencia de los OVNIs o incluso de autopsias realizadas a alienígenas. Los integrantes de este excéntrico grupo están deseosos de declarar ante una comisión del Congreso que reivindican desde hace años.
Es posible que esta agitación creciente haya provocado nuevas maniobras de encubrimiento. Así, la aparición de más segmentos de la polémica película de las autopsias a "extraterrestres" o de objetos supuestamente pertenecientes a platillos estrellados, serían cortinas de humo hábilmente dispuestas para confundir a la opinión pública. Pero, ¿por qué las agencias gubernamentales no abren sus archivos? ¿Acaso no estamos preparados para conocer su contenido? ¿Guardan esos informes secretos relación con abducciones, mutilaciones de ganado, experimentos genéticos y de control mental, como sugiere Expediente X o, por el contrario, se refiere este secreto a algún tipo de trama escalofriante, similar a la planteada en la serie televisiva V? ¿Es casual la aparición en este momento de Independence Day y otras películas de terror extraterrestre?
CAMPAÑA DE MENTALIZACIÓN
Para muchos, estas series y largometrajes tienen que ver -además de su obvia intención comercial- con una campaña de mentalización emprendida hace tiempo por el gobierno americano y destinada a prepararnos para grandes revelaciones, y tal vez no sólo a los ciudadanos, sino también a los líderes políticos y religiosos. Mientras tanto, las más diversas manifestaciones se recrudecen en todo el mundo, desde la posible captura de un alienígena en Brasil, pasando por el enigmático Chupacabras, sin olvidar las oleadas de México, España y otros paises o las más de 500 entradas de OVNIs registradas por el NORAD.
¿Está todo minuciosamente dispuesto para que se produzca el esperado contacto o se trata de hechos casuales que hemos relacionado maquiavélicamente?
Mientras se disipan las dudas debemos seguir investigando y reuniendo evidencias sobre las manipulaciones de las que sigue siendo objeto el fenómeno OVNI.
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