domingo, 30 de enero de 2011

Los circulos que cayeron del cielo

Revista Año Cero. Por Colin Bloy, Año 3 nro 10

A pasada temporada del 91 acabó con las declaraciones de dos jubilados ingleses en las que decían ser los fabricantes de todas las formaciones aparecidas. El público y la prensa británica consideraron que aquello ponía punto y final al tema. Los bromistas, Dave Chorley y Doug Bower tambien, ya que anunciaron su retirada de la manufactura de círculos. La noticia conmocionó y creó mucha confusión en las filas de aficionados e investigadores, los cuales esperaban la inauguración de la nueva temporada del 92 con sentimientos contradictorios.
El doctor Terence Meaden, meteorólogo y defensor de la tesis del vértice
de plasma y la creación de círculos como un fenómeno natural, hizo en
consecuencia un ajuste de su posición, indicando que sólo aceptaba círculos
sencillos como auténticos. Los famosos pictogramas, pues, eran fraudes (aunque
el año pasado, Meaden proponía que dentro de su vórtice se formaban pequeñas
pelotas que salían para crear una figura tan compleja como el triángulo de
Barbury Castle. Sus amigos japoneses, científicos también, sostenían su tesis
apoyados por el éxito de pequeños experimentos realizados en laboratorio.
George Wingfield, director de operaciones del Centro para el Estudio de
los Círculos en Cultivos (Centre For Crop Circle Studies) convencido de que había una inteligencia no humana detrás del fenómeno, lanzó a finales de 1991 un
fuerte ataque contra los dos jubilados, a los que acusó de ser agentes del
gobierno británico, interesado en promover una campaña de desinformación. Ciertamente, había una gran inconsistencia en la historia de Doug y Dave.
Los investigadores favorables a las tesis de OVNls y luces extrañas
esperaban la nueva temporada con menos interés que el año pasado. Yo mismo
entrevisté a varios testigos de esos fenómenos y persistían en sus descripciones
sobre luces en el cielo y extraños ruidos durante las noches en que se producían
formaciones de círculos, aunque los medios de comunicación apenas mostraron
ningún interés por el fenómeno.


Un concurso de círculos

Así estaban las cosas, cuando a principios de esta temporada John Michell,
famoso autor esotérico inglés y director de la revista The Cerealogist, anunció,
en combinación con una revista alemana, un concurso de formaciones. Para ello
alquiló un gran campo de cereales e invitó a los equipos a realizar sus
pictogramas en horas nocturnas y sin linternas. Doug y Dave rehusaron la invitación con el pretexto de que se habían jubilado en esos menesteres. Una docena de equipos se puso a la labor para lograr las 1.500 libras (unas 300.000 pesetas) de premio ante un buen número de espectadores que habían pagado previamente las 50 libras que costaba la entrada.
Ganó un equipo de estudiantes, aunque en opinión de los jueces ninguno de
los círculos realizados era tan buena como los "auténticos". Como dato
adicional, los radiestesistas no encontraron ninguna energía asociada con el
fenómeno (aunque hay que tener en cuenta que esta disciplina es muy propicia al
subjetivismo) y además, no había ninguna figura "artificial" sin las plantas
aplastadas y rotas, mientras que las supuestamente auténticas respetan las
plantas, inclinándolas.
La cosecha de círculos se inició como siempre con un pequeño circulo en
mayo al que se consideró como fraude en general, ya que tras las decepciones del
año anterior, nadie quería meter la pata en un terreno tan resbaladizo. Pero
poco a poco, el fenómeno cogió ritmo con una formación en colza, una planta muy
dura y difícil, que me invitaron a visitar como radiestesista. Más o menos era
como en el dibujo adjunto.
Según mis conclusiones, era radiestésicamente correcto. Lo interesante
era notar que las plantas de colza situadas dentro de la formación manifestaban, a la altura de la raíz, un cambio en la dirección de crecimiento de la planta sin evidencia de daño. Sin embargo, las plantas fuera del circulo tenían sus raíces rectas. No me cabía la menor duda de que era auténtico. En otra formación cercana de tres anillos, mi reloj de cuarzo se paró justamente en el momento de entrar, lo que considero un signo positivo, ya que antes y después de ese momento funcioné perfectamente.
Pero la neurosis del fraude alcanzó dimensiones de paranoia.



Epidemia de pictogramas

Los resultados de análisis en laboratorios norteamericanos revelaban
cambios químicos, genéticos y radioactivos en las plantas de los círculos,
aunque todavía es temprano para sacar conclusiones definitivas, pero ciertos
resultados indican energías en intervalos de microsegundos que alcanzan
temperaturas de 120 y 220 grados centígrados.
Con el tiempo el fenómeno fue creciendo como había ocurrido en otras temporadas. Hubo una ola de pictogramas con nuevos componentes como espirales o
líneas anguladas, aunque en los medios de comunicación continuaba el debate
sobre el fraude. El mayor número de formaciones se estaba dando al principio en
Wiltshire. A principios de junio, se produjo una pequeña epidemia de círculos
alrededor de Brighton, donde yo vivo, y George Wingfield me dio las coordenadas
para hacer una inspección. Muchas formaciones las conocemos porque miembros de
una red de pilotos de avionetas tienen la costumbre de avisarnos cuando hay argo nuevo
Me fui a Sompting donde había aparecido una de las formas más curiosas
con el siguiente diseño
Era bella y perfecta y sus energías medidas por radiestesia eran las típicas de los auténticos circulos, aunque se notaba que ya había sido visitada por curiosos por las huellas que dejaron entre los cultivos. Una de las
líneas energéticas conectaba directamente con una iglesia templaria que existe
en las proximidades.
El pictog rama más cercano, con la forma que se dibuja arlado, era visible
a gran distancia: un triángulo de tres circulos de tamaño creciente. Se encontraba al lado de un campamento de obreros que trabajaban en la nueva autopista. Cuando llegué pude observar que no había ningún signo de entrada de
curiosos, lo que me hizo pensar que yo era el primero en entrar en el círculo.
Impresionaba ver la manera en que los trigos habían cambiado de posición y
situado en espirales. Era como la gran obra de un artista peluquero, ya que las
plantas no habían sufrido el más mínimo daño. También en este caso las energías
eran las correctas y conectaban asimismo con una iglesia medieval.
Me acerqué a hablar con los trabajadores de la autopista. A uno de ellos,
Jim Monaghan, le pedí su opinión sobre la formación en el campo de al lado. La
respuesta fue contundente:
-¿Qué formación?
-Aquí, a 25 metros de su caravana.
Llamó a sus amigos y fuimos a ver el circulo. Se quedaron atónitos y me
contaron sus experiencias del año anterior en un campamento situado a dos
kilómetros de allí. El guardia nocturno había observado tantas luces en el
cielo, a las dos de la mañana, que llamó a la policía, los cuales le acusaron de
estar borracho, aunque, según dijeron, nunca bebe.
Jim Monaghan me conté que dos noches antes de la aparición del círculo
actual, su mujer se despertó alarmada por la noche. Había sido un ruido como de
pájaro carpintero; aunque menos rápido. Jim salió para averiguar, pero no
encontró nada. Con afán de ayuda, su compañero Tony hizo la sugerencia de sacar
una de las grandes grúas y montarla al lado del campo para sacar fotografías.
-Buena idea, -dije yo-, porque sería la primera vez que se pueden
fotografiar a esta altura, ya que a las avionetas no se las permite bajar a menos de 300 metros.
Al regresar a casa llamé a George Wingfield.
-¿Tres círculos en un triángulo?,
-me preguntó sorprendido.
Se lo expliqué y nos percatamos de que no se trataba de la misma formación
sobre la que nos había informado el piloto y que habra aparecido esa misma
noche, lo cual me certificaba que yo había sido el primero en entrar en el
círculo.


Aparece el caracol
Un lugar tradicional en el que se suelen producir grandes formaciones es
Alton Barnes, en los campos de Tim y Polly Carson. Empezó con un pictograma
famoso y grande en 1990, y al año siguiente ya había tres en sus extensas
tierras; Este año se han producido más de una docena. Para hablar de ellos me
llamé en julio George Wingfield, quien me indicó qué había una enorme formación
nueva, de unos 300 metros de largo, que se había bautizado como El Caracol. Me
invitó a visitarlo en compañía de Jesús Morientes de Jaén. Ya en el lugar
encontramos a Polty, la dueña del campo quien, debido a varios disgustos este
año, había cerrado sus campos al público. Afortunadamente, invitó a nuestro
grupo para investigar la nueva figura. Era de una calidad artística menor, pero
de mucho mayor tamaño. En teoría, fuimos los primeros en entrar junto con Polly.
En esta formación también se apreciaba un "peinado" perfecto y un correcto flujo
de energías. Polly me contó que, tras todas las historias de fraude, había
puesto cuatro vigilantes en sus terrenos las veinticuatro horas del día para
tratar de atrapar a los fabricantes y hacerles pagar la broma, ya que una
formación viene a costarle unas 150 libras (27.000 pesetas aproximadamente) de
trigo perdido. Sin embargo, la intensa vigilancia no dio los frutos previstos,
puesto que se produjeron doce formaciones y los guardas no pudieron ver
a nadie, aunque si avistaron luces en el cielo muy a menudo. La noche del
caracol los cuatro estaban vigilando y, aunque había niebla, uno de ellos
recuerda haber pasado a la una y media de la madrugada por el lugar sin observar
nada anormal. Por la mañana, cuando desapareció la niebla, se pudo ver el
gigantesco pictograma.
-Es imposible que sea un fraude,-dijo Polly-, ya que el ruido habría sido tremendo o se hubieran apreciado algún otro tipo de señales, como luces o huellas.
En efecto, el trigo inglés es alto y fuerte: cuando está seco, moverlo produce un ruido grande, como una gran ola de mar.
Uno de los policías de la zona es amigo de Mary Bennet, del grupo Fountain
International, al que yo mismo pertenezco, y cuando sucede algún hecho extraño
se lo comunica inmediatamente. El policía contó a Mary que dos de sus colegas
vieron luces encima de su coche durante varias noches, pero a pesar de todas las
patrullas destacadas por el lugar nunca han encontrado a ningún ser humano
sospechoso de fabricar los círculos.
Pudiera ser que esas luces correspondieran a Wiltshire, una zona militar
cercana con mucha actividad aérea nocturna. Mary Bennet cuenta que cuando las
luces de los supuestos OVNIs se acercaron al grupo de investigación del doctor
Stephen Greer, aparecieron helicópteros militares investigando, lo cual provocó la marcha de los OVNIs. Cuando llamaron a la base militar para interesarse por la presencia de esos helicópteros en la zona, la única respuesta que consiguieron era que se trataba de un ejercicio de rutina.
Los psíquicos, confirmado por mí mismo radiestésicamente, aseguran que
este año, cuando alguien entra en los círculos que consideramos auténticos, le
desaparece el aura y se siente desorientado. Cuando sale lleva un fuerte dolor
de cabeza y se siente agotado, por lo cual ha sido necesario ajustarles la
energía con técnicas de control mental.
Han aparecido más caracoles, como el que puede verse en una de las fotos
que acompañan este artículo, y con ellos surgen otra vez las acusaciones de
fraude, aunque nadie lo reclama ni explica cómo lo ha fabricado (sobre lo cual
están muy interesados los creadores de efectos especiales, que aseguran que esas
figuras son imposibles de trazar tan rápido, incluso con un equipo numeroso
trabajado varios días). Curiosamente, este año apenas aparecen formaciones en
la zona en la que viven Doug y Dave.
Entre los visitantes españoles que me han acompañado se encuentra Maria
Assumpta Roca, de Barcelona, que se ha dedicado a meditar sobre los círculos y
se ha convencido de su autenticidad, y Mark y Angels, también de Barcelona,
asimismo convencidos de que son auténticos. Estos últimos se encontraron con un
chino americano, Nan-Lo, que había sido enviado por su maestro taoísta que
se encuentra en China a ver los lugares urgentemente. También él, que practica la sanación espiritual en Nueva York, está convencido de la autenticidad de los círculos.
Es interesante asimismo observar la evolución de opiniones, como la del
investigador más famoso, Colin Andrews, infatigable desde las primeras
apariciones de círculos. Su libro Circular Evidence ha sido un gran éxito en
todo el mundo. Ahora propone la tesis de Gaia. En conversaciones con los indios
hopi de Estados Unidos, dice que ellos reconocen las formas simbólicas en los
trigales como el idioma de la "Madre": "La Madre está enferma y llama nuestra
atención".
Numerosos grupos de investigadores han acudido al calor de las formaciones circulares de los campos de trigo ingleses. Uno de estos ha sido un equipo americano de Carolina, con el doctor Stephen Greer a la cabeza. Pertencían al CSETI (Center for the Study of ExtraTerrestrial Intelligence o Centro para el Estudio de la Inteligencia Extraterrestre), cuyo objetivo era iniciar contactos con la supuesta inteligencia no humana que crea los circulos. Pretendían iniciar algún contacto mediante luces y diversas técnicas de meditación
En una conferencia que tuvo lugar en Glastonbury el pasado mes de Julio, mostró fotografías de naves y luces tomadas por el grupo en sus contactos en
florida Explicó un encuentro del tercer tipo que ocurrió en Gulf Breeze en la
madrugada del pasado 14 de marzo. Su grupo montó emisoras que ligaban pulsos
y tonos grabados en anteriores encuentros, a la vez que emitían mentalmente sus intenciones pacificas.
Después de 20 a 30 minutos, apareció un grupo de cinco OVNIs a una distancia de una milla (un kilómetro y medio aproximadamente) y una altitud de
unos tres mil pies (poco más de 900 metros) donde se quedaron estacionados
emitiendo pulsos de color cereza/naranja. El grupo del doctor Creer, por su
parte, lanzó tres señales con una potente fuente de luz, qué fueron
inmediatamente contestadas por los OVNIs. Siguió un intercambio de puntos
luminicos. Con su luz, Creer dibujó en el cielo un triángulo equilátero. Los
OVNTs dejaron de emitir luz y, de pronto, tres aparecieron en el cielo formado
un triángulo equilátero. Todavía hubo varias conversaciones fotónicas más.
Stephen Creer iba indicando con su luz y la fuerza psíquica del grupo un lugar
en la playa donde fuera posible el aterrizaje, los 0VMs llegaron al lugar indicado donde emitieron un cìrculo de luz brillante con el que dieron por concluido el encuentro.
Se realizaron cinco videos de los acontecimientos, dos de ellos de alta calidad. Otros observadores en dos lugares separados han confirmado lo mismo que el grupo de Creer con la obtención de fotografías. Esos son los antecedentes con Creer. Éste llegó a Inglaterra con su grupo y con las mismas intenciones contactistas, aunque expresaron sus dudas sobre una relación entre los círculos y los OVNIs. Mary Bernet, miembro del grupo Fountain International, fue aceptada como miembro observador. Su testimonio parece no dejar lugar a dudas, ya que ocurrieron fenómenos luminosos y hubo interacción entre los OVNis y los observadores. Stephen me contó por teléfono que en la noche anterior se observó un OVNI a trescientos pies (unos noventa metros) encima de un circulo, con lo cual se demostraba una posible conexión trigales ovnis.
El argumento más fuerte fue el hecho de que una no che Creer, con su luz y
comunicación telepática, pidió una formación como la del triángulo de luces de
Culf Breeze. Las luces del OVNI se trasladaron a una distancia de ocho millas
durante un rato. Al día siguiente apareció la formación que se muestra en la
foto. La próxima temporada CSETI volverá a los campos de cereales.

Apoteosis final
Ya estamos acostumbrados a que los últimos días de la temporada nos
reserven una sorpresa, y 1992 no podía ser diferente. Horas antes de una
ponencia que ofrecí en el polémico curso de verano sobre OVNIs que tuvo lugar en
El Escorial, recibí dos faxes.
El primero mejo enviaba Mary Bennet, una de las observadoras nocturnas del grupo de Fountain. Se trataba de los resultados de sus vigilias del 13 de agosto hasta el 18. Cada noche había bolas de luz roja/naranja, vistas por otros testigos, encima de los campos, pero cada vez que aparecía un helicóptero militar, las luces se apagaban.
La noche del 14 de agosto, en la que participaban cuatro observadores,
dice su informe: "Una luz blanca apareció bajo la luz. Con prismáticos era
posible observar una estructura parecida a un dump bell (unas pesas deportivas
antiguas) de color beige. Su luz procedía de tres puntos. Cuando pasaba por
encima, dimos una señal luminosa con la linterna. La luz inferior del OVNI se
redujo un momento y se puso brillante otra vez. Repitió con la luz inferior del
lado derecho ya continuación siguió su trayectoria."
El otro fax era de George Wingfield, con el dibujo de un enorme pictograma
que se había producido la noche del 18 de agosto. Tiene unos 75 metros de
diámetro y en él aparecen inscritas ocho figuras, aunque se nota como si faltara
una. En el terreno que corresponderla a esa forma se encuentra un abrevadero
para el ganado. Al parecer la energía ha sido interferida por el abrevadero y solamente se puede apreciar un dibujo amorfo. Ello ha sido interpretado como la demostración de que una inteligencia no humana ha realizado el dibujo. Y así termina la temporada de 1992. Otro año de sorpresas con Doug y Dave ya jubilados, aunque se siguen prodigando las figuras. Como un postscriptum, una llamada telefónica anónima a George Wingfield aseguraba que el último dibujo (que abre este artículo) representa La Clavícula de Salomón.


Una amplia colección de hipotesis

A la espera de encontrar la explicación definitiva al fenómeno, los investigadores serios y no tan serios han elaborado una extensa serie, de teorías que oscilan entre lo legendario y lo alucinante; desde las que relacionan la presencia de estas formaciones con fuerzas sobrenaturales o el inconsciente colectivo, a las que atribuyen la creación de círculos a un grupo de erizos enloquecidos corriendo en formación.


Una broma colectiva
Sin embargo, puede que la hipótesis más dividida haya sido la que
justifica todo el misterio como producto de una broma colectiva. Esta idea se
ha hecho especialmente popular después de la confesión, realizada por los dos jubilados ingleses Doug Bower y Dave Chorley, en la que se reconocieron autores de los círculos. Pero la imposibilidad material de que haya sido los autores de todas las formaciones, junto con el hecho de que hayan aparecido otras cuando
éstos han manifestado "haberse retirado", resta credibilidad a la explicación. De todos modos, sí es posible que algunos de los círculos más simples hayan sido
creados por bromistas laboriosos, o por artistas conceptuales. Pero el torpe
estilo de estas obras, comparado con la rara perfección de los auténticos, los
delata al instante.


El vórtice de plasma
La teoría del vértice de plasma, elaborada por el doctor Meaden, no ha sido tampoco aceptada plenamente. Este sería un fenómeno meteorológico, una columna giratoria de aire altamente cargada con electricidad causada por los vientos que pasan por las tierras situadas a gran altitud.
Dentro de esta columna una protuberancia de aire electrificado saldría
disparada hacia abajo, y crearía las formas. Lo malo de esta hipótesis
es que no explica como se formaron los pictogramas mas elaborados, ni aclara el porqué de los sonidos y luces percibidos por muchos testigos.
Estos sonidos y luces han llevado a algunos a considerar la presencia de
extraterrestres como los verdaderos responsables.

Pero más eco parece haber obtenido la teoría de que las formaciones serían consecuencia de pruebas militares secretas realizadas por la noche sobre los campos de cereal. Sobre esto, hay que añadir que un soldado retirado del ejército británico escribió una carta a un periodico en la que contaba que en la década de los 60 su escuadrón había fabricado varios círculos con un transmisor electromagnético". Por su parte, el Ministerio de Defensa británico ha negado toda implicación.


Otras inteligencias
Hay también quien ha buscado la explicación no en las alturas, sino
bajo tierra Es sabido que los restos subterráneos de antiguas carreteras y
edificaciones pueden afectar el crecimiento de las cosechas que hay sobre
ellos. Aunque algunos han intentado desarrollarla, esta hipótesis carece
aún de una conexión míninamente demostrable con los círculos y pictogramas.
Hongos subterráneos, escapes de gas natural, trastornos químicos del
terreno y helicópteros -algunos volando boca abajo- son otras hipótesis barajadas en distintas etapas desde la aparición del fenómeno. Queda la posible
explicación sobrenatural, defendida entre otros por los ingenieros Colin
Artdrews y Pat Delgado, según la cual estas figuras seran pictogramas
elaborados por una inteligencia supranormal, en un intento de comunicarse con
la humanidad. Esta inteligencia podría corresponder a la madre tierra -Gaia- que
nos avisa para que cambiemos nuestros hábitos destructivos, o espiritus de la
naturaleza o incluso al inconsciente colectivo de la humanidad.

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