domingo, 30 de enero de 2011

Argentina, objetivo OVNI?

Revista Descubrir. Por Alejandro Agostinelli.Agosto 1996

Para muchos espectadores, Día de la Independencial ID-4 (R. Emmerich, 1996) no es un filme de ciencia ficción más. Como en su momento tampoco lo fue Encuentros cercanos del tercer tipo (1977): Steven Spielberg, más que un imaginativo cineasta, sería "un contactado que utilizó la ciencia ficción para revelar un secreto de Estado". En la misma línea, el reciente film de Emmerich vendría a ser "la contracara siniestra de un mismoprograma educativo".
Por ahora, solo se puede demostrar que a la estrella más luminosa de Hollywood le bastó denunciar que no era bueno que la humanidad estuviera sola en el universo (y decirlo de un modo convincente) para arrasar con las boleterías. ET(1982), en cambio, era protagonizada por un simpático alien en plan evangelizador que hasta 1994 encabezó la lista de las cien películas más populares de la historia. En ambos filmes, el mensaje parecía explicito: en Encuentros combinaba el poder fabuloso de una supertecnología de otro mundo con paisajes, situaciones y personajes asociados con mitos bíblicos, mientras que en ET a eso se le sumaba "lo fantástico maravilloso de la cultura infantil", como observó el sociólogo Jean-Bruno Renard.
Al margen de sus claros precedentes en la historia del cine, ID-4 recoge la tradición del platillismo norteamericano más reciente: el temor primordial que sembró una fuerte corriente de opinión según la cual los humanoides que nos visitan no parecen estar demasiado interesados en el bienestar de la humanidad...
Desde 1988, los buenos muchachos extraterrestres comenzaron a competir con
alienígenas negativos dispuestos a todo: los creyentes en el fenómeno ovni
-para beneplácito de los medios sensacionalistas de la Unión- empezaron a tomar en serio el testimonio de presuntos ex agentes de la CIA que juraban poseer la clave de un pacto siniestro: una raza alien conocida como los Grises, también llamados EBEs (por Entidades Biológicas Extraterrestres), había recibido el visto bueno de la Casa Blanca para raptar norteamericanos a cambio de revelar al Pentágono sus secretos técnicos más sofisticados...
La inquietud que causó la historia del pacto satánico de los EBEs con "el lado oscuro del poder" aterrizó en la Argentina casi de inmediato. Los buscadores de misterios comenzaron a vivir su propia versión de X-Files
-serie televisiva que en la Argentina se llama Expedientes secretos X- renovando el repertorio de leyendas en los escenarios típicos.
He aquí tres fenómenos ufológicos vernáculos.
BATALLA 1. Victoria, Entre Ríos (1991). "Se dijo que camino a Guale guay cayó una nave. No es cierto: cayeron cinco. Gendarmería cercó la zona y dijo que era un satélite. Pero las naves son custodiadas por el Ejército de los Estados Unidos" (...). "Hay bases de los Grises en la zona de las islas y en tierra firme. En Monte Gallino, Tacuara y Manantiales hay parabólicas pintadas de verde. Por esa área circulan autos con vidrios polarizados y sin patente y militares con cañones láser vigilando las bases. La NASA y la CIA compraron el silencio de mucha gente..."
Esto se dijo en octubre de 1993. El público estaba pendiente del relato de Eduardo Fuentealva, pese a que no estaba presente: sólo se oía su voz, registrada en el casete que envió a un grupo ovnilógico rosarino. Los organizadores prohibieron que la cinta fuera grabada. Fuentealva, a quien se lo vinculó con servicios de inteligencia, se mudó a Lago Puelo, Chubut, "porque en Buenos Aires me persiguen
BATALLA 2. Capilla del Monte, Córdoba (1985). "Antes que explotara la moda ovni, apareció mi primo acompañado por tres científicos rusos. Eran ingenieros que terminaban de poner en marcha un complejo hidroeléctrico en Buenos Aires. Los tipos le dijeron que no querían volver a su país sin conocer el cerro Uritorco. Mi primo, pese a saber que yo vivía aquí, no tenía la menor idea de qué cerro le hablaban. El avión los dejó en Córdoba y en Pajas Blancas tomaron un ómnibus que los trajo a Capilla. La cuestión es que le sacaron centenares de fotografías desde todos los ángulos posibles.
Todo el operativo se cumplió en un solo día. ¿Por qué estaban tan interesados? En los Urales, dijeron, había una montaña muy parecida. Obviamente, esa explicación no le pareció nada convincente." (Monnir Addur, ex secretario de Cultura de la Municipalidad de la localidad Capilla del Monte.)
BATALLA 3. Laguna Setúbal, Santa Fe (1993). "¿Es verdad que hay 'helicópteros negros' que sobrevuelan la zona de Setúbal? Tenemos un testigo que los ha observado de cerca. Lo particular es que no emiten sonido, es como si tuvieran un silenciador. Lo extraño es que en Santa Fe este tipo de helicópteros no existe... (Por esos días) un medio anunció que varios aviones de la NASA arribaron al aeropuerto de Sauce Viejo para hacer un 'trabajo conjunto de ejercitación'... ¡Qué casualidad! Esto aparece justo cuando se está dando el fenómeno en Santa Fe." (Testimonio del ovnilogo santafesino Edgardo Fontanet a Juan Marcelo Encalada, otro ufólogo nacional). Las versiones de "helicópteros negros sin matrícula que sobrevuelan a baja altura zonas de avistamiento de ovnis llamaron la atención de los ufólogos por analogía: el origen de estos relatos se remontan a sucesos similares reportados en zonas ufológicas consideradas calientes" de los Estados Unidos y Puerto Rico.


MENSAJES ENCUBIERTOS.

"Ciertos filmes bajan línea de intereses o poderes ocultos." La idea es rescatada por Mario Biscione, vocero local de Conciencia Cósmica (CC), un grupo estadounidense liderado por un médium famoso. Biscione, que subido a su motocicleta recorre los cien barrios porteños difundiendo su verdad, cita un mensaje canalizado en marzo de 1989: "Los gobiernos liberan gradualmente la información. No lo hacen oficialmente por temor a crear el pánico: cuando la gente haya sido bombardeada con la suficiente información, la verdad no resultará tan shockeante... Muchas películas y series preparan a las masas ante esta nueva realidad." El delegado de CC está convencido de que la alianza de los Grises con el Pentágono es una realidad.
"Nosotros usamos todos los medios para pedir el fin del secreto ovni. Tratamos de que el pueblo despierte y vea los hilos invisibles del encubrimiento", declara Guillermo Aldunati, un pionero de la ovnilogía nativa que preside la delegación local de Operation Right to Know (Operación el Derecho de Saber) con sede en Washington D.C. Aldunati fue el único participante argentino de una marcha que la ORTK realizó enjulio de 1993 frente a la Casa Blanca bajo las consignas "UFOs are real" y "Stop the Cosmic Watergate". ¿Qué clase de verdad creen que se oculta? "La que cuentan ciertas películas, por ejemplo. Los gobiernos saben que 'ellos' están y los presentan como la avanzada de una invasión". Para Aldunati, "esa puede ser una de las tantas 'tapaderas 'posibles".

NO BOMBARDEEN BUENOS AIRES. En Victoria los rumores ganaron fuerza dramática cuando trascendió que sigilosos uniformados argentinos peinaban el área. En el Uritorco, Córdoba, parecen haber prevalecido los espíritus bienhechores... aunque la actividad de científicos extranjeros de incógnito haya dado rienda suelta a otros misterios. Setúbal se convirtió en el enclave estratégico de la Potencia del Norte, que tenía el desparpajo de fisgonear las bases de EBEs instaladas en el litoral argentino...
El enigma de los helicópteros negros revivió en 1995, cuando doce aparatos sobrevolaron el delta del Paraná. Néstor Berlanda, del Centro Investigador del Fenómeno Ovni (CIFO) de Rosario, determinó que las luces y los helicópteros vistos sobre el Tigre y Setúbal correspondían a unidades que la Fuerza Aérea Argentina había comprado a la USAF para luchar contra el narcotráfico. "Los helicópteros son negros -precisó- porque se adaptan así para los vuelos nocturnos".
La noticia de que los pilotos yanquis participan en maniobras con sus colegas argentinos sorprende tanto a algunos ufólogos como el descubrimiento de "mutilaciones de ganado" en Victoria: algunos festejaron el hallazgo de "restos de terneros colgados en la copa de los arboles" ignorando que es precisamente el lugar utilizado donde secan el cuero los capataces aquellos campos.
ANGELES Y DEMONIOS. En la polémica ovni también se cumple la eterna ley de las polaridades. Lo santo y lo profano. Lo adorable y lo temible. La tragedia y la comedia. Las oscuras fuerzas del Mal que se oponen a las del Bien. El cielo vuelve a ser escenario de interminables batallas entre ángeles y demonios.
Capilla del Monte, a diferencia de Victoria (que de entrada fue asociada con descabellados contubernios científico-militares, la atroz presencia de los Grises y la despiadada actividad de cazadores furtivos de EBEs), nació emparentada con las Fuerzas del Bien: no en vano sigue siendo La Meca de nueve de cada diez buscadores espirituales. Pero Juan Acevedo, un psicólogo interesado en los enigmas del Uritorco, notó que -entrados los '90-los Grises se adueñaron de las pesadillas de algunos entusiastas por el contacto. "Resulta que los EBEs habían copado la ciudad dimensional de Erks, que cerró sus puertas: la lucha de poderes entre Maestros Ascendidos y los Grises había comenzado. De mí, que acampaba en la cima del cerro, decían que debía estar bien preparado espiritualmente para 'rechazar el constante ataque de los Grises', cuando ahí lo único que te puede atacar es una iguana." Acevedo dice que allí se reproduce "una secuencia mítica que se da bajo la forma de una saga épica: las fuerzas blancas se tienen que rearmar para vencer a la edad oscura".
EL CHISTE DEL SOCIOLOGO. ¿Qué clase de verdades revelan, en fin, las películas que discuten las intenciones de las inteligencias del espacio? Los que saben dicen que en el cine. Como en la vida, se da un fascinante proceso de realimentación. El que manda suele ser el contexto social. La versión cine-
matográfica de Lo guerra de los mundos (Byron Haskin, 1953) tal vez no hubiera causado el mismo impacto sin la fiebre de platos voladores desatada a partir de 1947. Pero tampoco si los Estados Unidos no hubieran soltado la bomba sobre Hiroshima. Y menos si el aire que se respiraba no hubiera estado contaminado por la guerra fría. En el filme, basado en la obra de H. G. Wells, los marcianos invadían la Tierra. Pero Dios, que estaba de nuestro lado, cedía a las plegarias de los fieles aniquilando a las malditas criaturas espaciales con una bacteria providencial. Acabar con los rojos también fue la consigna de la serie V,
invasión extraterrestre (1985). En esos tiempos resplandecía la iniciativa de Defensa Estratégica (más conocida como Star Wars) y un renovado fervor anticomunista. El 4 de diciembre de 1989, Reagan le dijo al primer ministro soviético. "Si el mundo sufriera una amenaza del espacio exterior; ¿no cree que nuestros países dejarían sus diferencias para unirse frente al enemigo común?". Ante semejante arrebato de chauvinismo planetario, el sociólogo Guillermo Magrassi comentó que -si el dilema llegaba a plantearse en esos términos- él juraba luchar codo a codo... junto a los invasores. Magrassi ya no está entre nosotros. Pero si supiera que el mundo vuelve a fantasear con alienígenas que le declaran la guerra a las potencias, es fácil imaginarse cuál hubiera sido el chiste del sociólogo...
"Miden entre 1,10 m y 1,30 m de estatura, su piel es gris y tienen dos pequeños orificios en vez de nariz y labios muy finos y rectos. Sus manos poseen cuatro dedos muy largos y delgados, separados entre sí por membranas parecidas a las de los patos, rematadas por uñas oscuras como garras." Así describe a los Grises un documento conocido como MJ-12 difundido a fines de los '80. También llamadas EBEs (por Entidades Biológicas Extraterrestres), término atribuido a un médico del grupo MJ-12, las maléficas criaturas habrían firmado un convenio con el gobierno de los Estados Unidos entre 1969 y 1971 para apoderarse de cobayos humanos a cambio de alta tecnología.
Entre otras fechorías, los Grises habrían implantado en el cerebro de los abducidos una sonda para monitorearlos, como sucedía en el filme Invasores de Marte (1953) o en nuestro El Eternauta (1957) y, finalmente, crear una especie de híbrido genético entre humanos y extraterrestres.
En realidad, no es fácil identificar al verdadero padre de los EBEs, aunque, posiblemente, también haya que cargarlo a la cuenta de Steven Spielberg. Segun el ufólogo escéptico Martin Kottmeyer, la aparición de este biotipo alien aparece recién en el filme ET (1982), lo que explicaría la actual epidemia de enanos cabezones, de ojos grandes y cuello de lápiz. La mitología alentada por la sospecha de "encubrimiento" (cover-up) en el famoso caso de la caída del globo del Proyecto Mogul en el desierto de Roswell en 1947 y el secreto que rodea bases militares como Area-51 o Groom Lake, en Nevada, posibilitó la expansión de la subcultura de la ufología yanqui de los '80 y el éxito de la trama de series como "Expedientes secretos X" y "Día de la Independencia'; en los '90.

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