domingo, 30 de enero de 2011

Ovnis, ¿Y si vienen de otras dimensiones?

Revista Enigmas numero 70. Moises Garrido

A estas alturas ya nadie duda de la validez y realidad del fenómeno ovni. Sin embargo, la procedencia de estos misteriosos objetos continúa planteando un enigma irresoluble hasta el momento


Hay ovnis de todas las formas y tamaños. Aparecen y desaparecen bruscamente; aparentan ser objetos materiales aunque de improviso se convierten en objetos plasmoides o gaseosos; a veces son captables en fotografías y otras no; llegan a ser vistos por unos testigos mientras que otros no llegan a percibirlos; hay ocasiones en que se dejan ver mientras que en otras se muestran huidizos; suele existir una comunicación telepática entre los "ufonautas" -que también son de aspectos heterogéneos- y los testigos; en ciertos casos, tales "entidades" atraviesan puertas y paredes sin ningún problema, etc. Un atributo que nos recuerda, curiosamente, a los ectoplasmas, fantasmas y otras supuestas "entidades' incorpóreas. 'Puesto que los avistamientos y los raptos tienen tantas similitudes con los encuentros con demonios, ángeles, duendes, hadas, brujas y otros fenómenos, el investigador debe familiarizarse con el folklore tradicional', sugiere el especialista Peter M. Rojcewicz.


Cierto es que a pesar de su apariencia física, el fenómeno ovni parece moverse en un "nivel de realidad" completamente diferente al nuestro. Los encuentros cercanos, las abducciones, las 'visitas de dormitorio' y las experiencias que protagonizan determinados "contactados" contienen elementos que más bien nos recuerdan al complejo y oscuro mundo de los sueños: escenarios absurdos, pérdida de la noción espacio tiempo, parálisis del cuerpo, luces que lo inundan todo, sensación de ingravidez, visión de seres luminosos y translúcidos, etc. "Los ovnis -afirma el filósofo Michael Grosso- parecen moverse entre el sueño y la realidad". Y, obviamente, esta particularidad nos lleva a plantearnos una pregunta: ¿Qué papel juega el psiquismo humano en tales experiencias?


Encuentro con lo extraordinario


No obstante, el fenómeno no puede reducirse por completo a un simple mito nutrido de elementos cosmogónicos fantásticos. El propio Jung, en el prefacio de su obra Un Mito Moderno (1958) -en la que precisamente recoge muchos sueños relacionados con "platillos volantes"-, advierte que "el fenómeno, notoriamente complejo, posee junto a un posible fundamente físico también un esencial componente psíquico". Y es que cuando se habla de "mito" no hay que referirse necesariamente a algo imaginario o ficticio, pues también puede expresar verdades simbólicamente profundas. El conocido historiador de las religiones Mircea Eliade deja bien claro en su obra Lo Sagrado y lo Profano (1957) que el mito "no habla sino de realidades, de lo que sucedió realmente, de lo que se ha manifestado plenamente". En este sentido, hemos de aceptar que, aunque haya personas que tengan visiones oníricas con ovnis, hay muchas otras que no están soñando ni alucinando cuando protagonizan algún episodio de este tipo. Es innegable que algo misterioso les ocurre. Si existe, por tanto, un estímulo real y exógeno ¿tiene un origen parafísico? ¿o tal vez, interdimensional? Entramos, sin duda, en un terreno resbaladizo cuando intentamos mezclar lo paranormal y los ovnis y encima pretendemos resolver dicho enigma con otro misterio: la posible existencia de otras dimensiones. Sin embargo, creemos, que las características intrínsecas de un considerable número de experiencias de este tipo parecen ajustarse mucho mejor a los atractivos planteamientos de la física de vanguardia, como luego veremos. No olvidemos, además, que en muchos encuentros cercanos están presentes el "factor PSI" y los llamados "Estados Modificados de Conciencia", experimentando el sujeto tras el incidente una inusual actividad paranormal y una sorprendente transformación interior (muy parecida a la que tienen aquellos que han protagonizado una ECM -Experiencias Cercanas a la Muerte-). El Dr. Kenneth Ring, profesor de psicología y autor del "Proyecto Omega", considera a este respecto que "las personas que han experimentado una ECM, y también los que han tenido encuentros con ovnis, al pasar por sus experiencias sufren ciertos cambios que afectan a su funcionamiento fisiológico, su sistema nervioso, su cerebro y sus procesos mentales, de manera que permiten que se manifieste un nivel superior de la naturaleza humana".

Hace años entrevisté en Gerona a la conocida abducida Próspera Muñoz, quien dice haber sido secuestrada a la edad de 11 años por dos pequeños seres que la introdujeron en el interior de un extraño "objeto". El singular caso tuvo lugar en Jumilla (Murcia) en 1947. Durante la distendida charla hice hincapié en el "factor PSI" y en el posible "despertar de conciencia" tras recordar aquella experiencia (en este caso, treinta años después de suceder el hecho). Aunque reacia a hablar de ello, Próspera reconoció que ciertamente aquel episodio ha sido enriquecedor en su vida, transformándola interiormente, y llevándola a interesarse por cuestiones filosóficas y esotéricas. Incluso ha llegado a protagonizar ciertas historias relacionadas con la ESP (Percepción Extrasensorial). "Estas apariciones -ovnis- sirven como un estímulo para que abramos más nuestras mentes", me dijo finalmente esta entrañable mujer.

El aspecto paranormal


Por otra parte, no deja de ser significativo el hecho de que muchas personas que han tenido encuentros con ovnis o con "entidades" vinculadas a los mismos, hayan protagonizado otras experiencias anómalas desde edad muy temprana o tengan antecedentes en su familia. Es una asignatura que los ufólogos ortodoxos prefieren ignorar porque les incomoda el binomio ovni-mente. Pero los casos están ahí. En la medianoche del 31 de agosto de 1999, Julia García presenció, al igual que otros testigos, una enorme estructura triangular que se desplazaba lentamente por los cielos de Huelva capital. El ovni realizaba leves zigzag y volaba a una altura inferior a 100 m. Pero no era la primera vez que Julia se enfrentaba con "lo inexplicable". Desde los ocho años ya oía extrañas voces y sentía a su alrededor la presencia de "seres luminosos". Y con el tiempo, ha vivido en sus propias carnes algunos encuentros con "visitantes de dormitorio' y ciertos hechos relacionados con la clarividencia y los "viajes astrales".


Otros individuos, sin embargo, manifiestan un desarrollo de sus "facultades Psí" o viven fenómenos paranormales tras el contacto ovni. Es el caso de la célebre abducida Betty Hill, que años después del increíble encuentro que sufrió junto a su marido, cerca de Portsmouth (EEUU) comenzó a tener premoniciones y a sentir extraños ruidos (raps) en su propia casa. O el del contactado catalán Luis José Grifol, que, tras sus primeros avistamientos en la montaña de Montserrat, experimentó involuntariamente algunos "desdoblamientos astrales" y ciertas visiones fude el tiempo y el espacio se rigen de forma muy diferente a como lo hacen en nuestro mundo tridimensional... Uno de los casos más populares en cuanto a distorsión temporal fue el que protagonizó el cabo del ejército chileno Armando Valdés durante la madrugada del 25 de abril de 1977. La extraordinaria experiencia duró solo un cuarto de hora para los soldados que fueron testigos del hecho. Sin embargo, para el cabo Valdés, que tuvo el atrevimiento de acercarse ala extraña "luz", transcurrieron cinco días según mostraba su barba, que aparecía muy crecida, y el calendario de su reloj. ¿Dónde estuvo el militar durante ese tiempo? El veterano ufólogo Antonio Ribera, en su clásica obra Secuestrados por Extraterrestres (1981), escribe respecto a este misterio que "el cabo Valdés fue sacado de nuestro espacio normal -y de su tiempo- y llevado a otro espacio y a otro tiempo, donde o bien éste transcurría más deprisa, o bien se trataba de un universo paralelo en el que la flecha del tiempo incluso podría ir hacia atrás...

David Bohm, profesor de física teórica, nos revela un universo a modo de un gigantesco holograma, cuyas partes están interconectadas entre sí. Es la "Teoría del Orden Implicado", que se vio respaldada con las investigaciones del neurocirujano Karl Pribam sobre el "cerebro holográfico". La fusión de ambas teorías constituyeron el llamado "Paradigma Holográfico", según el cual la conciencia humana puede interaccionar con otras "dimensiones transpersonales". ¿Podemos aplicar este original modelo científico a determinados fenómenos ufológicos como los anteriormente descritos? Precisamente algo parecido a un "holograma" fue lo que observaron José Antonio R. y Manuel A., aficionados a la caza. Una noche de septiembre de 1993 se encontraban en un campo cercano a la localidad de Cazalla de la Sierra (Sevilla) cuando de improviso se materializó ante ellos un "objeto" muy luminoso y bidimensional, es decir, completamente plano, sin volumen alguno. Se mantuvo flotando cerca del suelo durante un rato sin reflejar luminosidad ni producir sombras en los árboles cercanos. Ante el estupor de los dos testigos, la "proyección holográfica", el "vórtice energético" o lo que fuese aquello, desapareció en un abrir y cerrar de ojos sin dejar el menor rastro. ¿Surgió aquel insólito fenómeno desde un plano interdimensional? ¿Conectaron las mentes de los protagonistas con el "nivel implicado" del que habla Bohm?


Hoy, la teoría de los "universos multidimensionales", ampliamente desarrollada por renombrados físicos como Sidney Coleman, está arrojando sin proponérselo bastante luz sobre esas desconcertantes características parafisicas que definen a los ovnis y a los "visitantes",aludidas a lo largo del presente artículo. Si provienen de otros "multiversos" -donde materia, tiempo y espacio no son como aquí los entendemos- no debería extrañarnos que se comporten como lo han venido haciendo hasta ahora, desafiando nuestras leyes físicas elementales. Algo que, sin embargo, sería impensable si se tratase de "alienígenas' procedentes de cualquier rincón intergaláctico de nuestro mismo espacio-tiempo, por muy avanzados que estuviesen...


Agentes interdimensionales


Si finalmente existe una inteligencia interdimensional tras los ovnis, como puede sospecharse a tenor de las evidencias, ¿obedece su irrupción en nuestro mundo tridimensional a un propósito concreto? ¿Qué intencionalidad podría esconderse tras ese alucinante "festival del absurdo" que se monta en nuestros cielos? Uno de los escasos investigadores que se ha atrevido a dar una respuesta precisa sobre la desafiante presencia ovni es el sevillano Ignacio Darnaude, principal artífice de la llamada 'transufología' (una parcela de la investigación que se centra en cuestiones más profundas que la simple recogida de casos). Estas fueron sus palabras cuando le planteamos los anteriores interrogantes: "Escenifican sus muy elaboradas exhibiciones como, cuando y ante quien quieren, con el fin de inducir creencias -falsas, aunque útiles y pedagógicas- acerca de ellos mismos y moldear nuestro sistema ideológico en una dirección más universal y altruista (... ) los ovnis están aquí con la aviesa intención de hacernos desaprender toda la basura intelectual y emocional que nos han inculcado desde la infancia, en la esperanza de que la troquemos por concepciones universalistas, que son las que coinciden con la realidad: un macrocosmos multidimensional con infinitos mundos paralelos interpenetrados y por supuesto habitados...


Si no avanzamos en otras áreas del conocimiento, vamos a fracasar en nuestro intento de recomponer todas las piezas del rompecabezas.

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